Las personas de alto riesgo que más necesitan la vacuna contra la COVID-19

En los Estados Unidos, aproximadamente el 60% de los adultos tienen al menos un problema de salud preexistente. Si usted es uno de ellos, quizás haya escuchado que puede tener un mayor riesgo en relación con la COVID-19. Por eso, es importante que las personas con problemas de salud crónicos reciban la vacuna lo antes posible. Y también por ese motivo, se dio prioridad a este grupo.
“Para la mayoría de las personas, los riesgos de recibir la vacuna son muy bajos en comparación con los riesgos de tener COVID —dice la Dra. Cathleen Morrow—. Y para los pacientes con problemas de salud como hipertensión, diabetes o enfermedad pulmonar, la relación entre riesgos y beneficios es aún más clara. No tiene ningún sentido no vacunarse”, explica la Dra. Morrow, directora de Medicina Comunitaria y Familiar del Dartmouth-Hitchcock Medical Center en Nuevo Hampshire.
Aunque algunos problemas de salud preexistentes pueden aumentar el riesgo, algunas enfermedades tienen riesgos mayores que otras. Siga leyendo para conocer en detalle por qué la COVID-19 es especialmente peligrosa si usted tiene enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), diabetes o hipertensión, y sepa cómo mantenerse seguro hasta recibir su vacuna.
Si usted tiene EPOC
Por qué la COVID-19 puede ser tan grave: Según una declaración de la American Academy of Allergy, Asthma & Immunology (AAAAI, Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) “es un riesgo bien definido que hace que el paciente pueda tener un cuadro grave de COVID-19”. EPOC es un término general para referirse a enfermedades pulmonares como enfisema y bronquitis crónica, que bloquean el flujo de aire y causan dificultad para respirar.
“Si usted tiene EPOC avanzado, ya sabe cómo se siente cuando le falta el aire. Eso se llama ‘hambre de aire’. Y es una de las experiencias más incómodas y atemorizantes que puede tener una persona”, dice la Dra. Morrow. Además, las investigaciones muestran que los pulmones de las personas con EPOC tienen más posibilidades de tener COVID-19 en un grado grave. Por eso, los pacientes de COVID-19 con EPOC tienen aproximadamente dos veces y media más posibilidades de necesitar cuidados intensivos. También es más probable que necesiten ayuda para respirar a través de un respirador.
Un dato importante: al parecer, las personas con asma no tienen este riesgo aumentado. No hay evidencias definitivas que muestren que, si se infectan con COVID-19, la enfermedad sea peor que la de otras personas que no tienen asma. Según la AAAAI: “Aunque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dicen que los pacientes con asma moderado a grave podrían presentar un mayor riesgo de tener una enfermedad más grave, no hay datos publicados que respalden esta determinación en este momento”.
Cómo mantener la seguridad más allá de recibir la vacuna: Siga tomando sus medicamentos para mantener bajo control su problema de salud. Una gran ventaja: hay evidencias de que los inhaladores de esteroides podrían brindar cierta protección contra la COVID-19.
Si usted tiene diabetes
Por qué la COVID-19 puede ser tan grave: “Cuando las personas tienen un nivel de azúcar alto en forma crónica, sus glóbulos blancos —que atacan a los gérmenes que invaden el cuerpo— no funcionan tan bien como en las personas que no tienen diabetes”, dice la Dra. Morrow. Esto ayuda a explicar por qué los pacientes con diabetes que se infectan con COVID-19 a menudo son casos graves. De hecho, aproximadamente el 40% de los estadounidenses que murieron por COVID-19 también tenían diabetes.
Cómo mantener la seguridad más allá de recibir la vacuna: “Cuanto mejor se controle su diabetes, mejor trabajan sus glóbulos blancos —explica la Dra. Morrow, y recomienda—: controle a menudo su nivel de azúcar en sangre y manténgase en contacto constante con su proveedor de atención de la salud para que aumente la dosis de insulina si es necesario. También se debe seguir una alimentación equilibrada, beber agua en lugar de bebidas con endulzantes, dormir lo suficiente y encontrar maneras de reducir el estrés. Y si no hace actividad física, hable con su proveedor para que le dé un plan de ejercicios físicos”.
Si usted tiene presión arterial alta
Por qué la COVID-19 puede ser tan grave: Se sabe que la presión arterial alta, también conocida como hipertensión, hace que el corazón trabaje más y daña las arterias. Esto sucede lentamente, a lo largo de los años, y el daño de todo su cuerpo puede causar una inflamación a largo plazo.
Toda esa inflamación aumenta sus posibilidades de tener COVID-19 grave, posiblemente porque su sistema inmunitario tiene una reacción exagerada al virus. Esto genera una respuesta peligrosa que puede causar daño en los tejidos. Esta puede ser la razón por la que los pacientes de COVID-19 con presión arterial alta tienen más probabilidades de sufrir neumonía y falla de los órganos.
Cómo mantener la seguridad más allá de recibir la vacuna: Manténgase en contacto con su proveedor para asegurarse de que su presión arterial esté controlada. “No demore en obtener la atención médica que necesita por temor a ir al consultorio”, dice la Dra. Morrow. Asegúrese de preguntar también si puede hacer citas mediante el sistema de telesalud.
Los cambios en el estilo de vida también pueden ayudar a bajar su presión arterial y a reducir la inflamación crónica. Esto incluye mantener un peso saludable, comer alimentos que sean saludables para el corazón, hacer ejercicio regularmente y reducir el estrés. Hacer ejercicios de respiración profunda, yoga, y dedicarse a los pasatiempos también puede ayudar.
La información de este texto es exacta al momento de su impresión y publicación. Vacunarse es una de las mejores maneras de limitar la propagación del coronavirus. También es importante continuar con el distanciamiento social (mantenerse a, al menos, 6 pies de distancia de las personas que no son miembros de su hogar) y lavarse las manos con frecuencia. También debe usar la mascarilla de manera correcta siempre que esté en lugares públicos. Según las últimas pautas de orientación de los CDC, esto significa ponerse una mascarilla descartable debajo de una mascarilla de tela con buen ajuste, o colocar un accesorio de ajuste por encima de su mascarilla de tela para asegurar que esté bien ceñida. La situación de la COVID-19 sigue cambiando, por eso alentamos a los lectores a que estén atentos a las noticias y las recomendaciones para sus propias comunidades a través de los recursos que brindan los CDC, la OMS, su departamento de salud pública local y nuestro sitio para miembros sobre COVID.